Cuentos de amor... vagamente

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Francisco García Pavón
Cuentos de amor vagamente
El cuento es una vocación, la atracción del ensamblaje de una escena y unos personajes que en un momento determinado pueden producir una pequena obra de arte. El. ruso Anton Chejov, el más gran escritor de cuentos, escribió también obras de teatro pero ninguna novela. La perfección de sus narraciones, tan aparentemente simples, es asombrosa. A su lado cabría poner quizás al francés Guy de Maupassant, a la inglesa Katherine Mansfield y al norteamericano Jack London. Hay algunos más pero no tan perfectos. García Pavón es un cuentista nato. En su larga producción podríamos citar: Cuentos republicanos, Cuentos de mamá y El tíltimo sábado como ejemplos típicos de escritor que domina ese difícil arte de contarnos en unas pocas páginas un suceso trágico, humorístico o trivial, casi siempre sacado de la inagotable fuente de su tierra natal. Los personajes hablan y se mueven en carne viva y al interés de la trama descubrimos ahora que... Tovább

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Francisco García Pavón
Cuentos de amor vagamente
El cuento es una vocación, la atracción del ensamblaje de una escena y unos personajes que en un momento determinado pueden producir una pequena obra de arte. El. ruso Anton Chejov, el más gran escritor de cuentos, escribió también obras de teatro pero ninguna novela. La perfección de sus narraciones, tan aparentemente simples, es asombrosa. A su lado cabría poner quizás al francés Guy de Maupassant, a la inglesa Katherine Mansfield y al norteamericano Jack London. Hay algunos más pero no tan perfectos. García Pavón es un cuentista nato. En su larga producción podríamos citar: Cuentos republicanos, Cuentos de mamá y El tíltimo sábado como ejemplos típicos de escritor que domina ese difícil arte de contarnos en unas pocas páginas un suceso trágico, humorístico o trivial, casi siempre sacado de la inagotable fuente de su tierra natal. Los personajes hablan y se mueven en carne viva y al interés de la trama descubrimos ahora que esta pequena historia no es tal sino un pedazo de la vida que va pasando ante nuestros ojos. Nos hallamos, pues, ante la recopilación de relatos cortos del mejor de los cuentistas espanoles. Cuentos publicados en diarios y revistas y alguno inédito que no podíamos de ningún modo dejar olvidados. Partiendo del cuento con que inicia el libro El tren que no conduce nadie —uno de los mejores que se han escrito en nuestra lengua— el lector quedará prendido en el interés, casi en la magia, de estas narraciones y no podrá dejar el libro, tan bello y penetrante, que demuestra una vez más que Francisco García Pavón, es comparable a los grandes maestros del cuento. Vissza